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"Vive deprisa, muérete joven" Rolling Stones.

domingo, 31 de octubre de 2010

Autumn.


Me encanta salir a la calle, pisar hojas secas y que suene cranch, cranch; me saca una sonrisa. Amo el olor a humedad, después de toda una tarde lloviendo. Me apasiona ver a los niños jugando por las calles cubiertas de hojas caídas de los árboles. Me chifla que el viento azote mi pelo, y que lo mueva con un ritmo especial y único. En definitiva, el otoño me gusta demasiado. Mi madre dice que soy una romántica pero me da igual, esta época del año es algo imposible de describir con palabras, sólo hay que echar una ojeada para ver que es algo precioso, un paisaje bañado por unos colores increíbles, fascinates. Giro la cabeza hacia la derecha, y miro por la ventana, ha dejado de llover, y está despejando, veo que los árboles son movidos por el viento, y siento que debe de hacer algo más que fresco; ese frío que empiezas a sentir en otoño a mí, no me importa, quizás hasta me agrade; que la humedad de la lluvia haga que tu precioso pelo que te ha costado horas y horas peinar se estropee, sí me importa, pero me da igual porque sé que todos a mi alrededor también están preocupados por su pelo; que en medio de tu paseo, empiece a llover y llegues a casa empapada me resvala, me hace sentirme bien; tener que ponerme mil capas de ropa encima me chifla, porque me gusta sentirme agusto. Vuelvo a girar la cabeza para echar otro vistazo por la ventana y veo que el sol entra de lleno por ella, que al fin y al cabo, no todo es gris y apagado o frío y húmedo como las lluvias de otoño.

martes, 26 de octubre de 2010

hasta el infinito y más allá.

No sé porqué, ni cuándo, ni cómo, empecé a quererle.
Quizás porque me hace sentir segura, amada, porque me quiere o simplemente porque al mirarnos existe algo especial. Cada vez que estoy a su lado, siento que volamos y en este pequeño universo lo más grande somos él y yo. Porque estemos juntos o separados en la misma habitación o en polos opuestos, siento que una porción de mi corazón está con él y la cuida. Porque cuando me roza con su suave y exquisita piel siento un pequeño escalofrío como si nos estuviésemos besando por primera vez; cuando me besa, los microsegundos se convierten en milenios que pasan rápidamente...

Por todo o por nada si algo sé es que sigo sin averiguar el porqué, cuándo y cómo empecé a quererle, pero que, lo sigo haciendo.

domingo, 24 de octubre de 2010

Madrid.

Puedes visitar todas las ciudades del mundo, en todas las ocasiones posibles, con todos sus lados más dulces, más metropolitan, más desfavorecidos o más amargos. En cada una de las estaciones existentes, observarlas mientras amanece o mientras anochece, o sim embargo, a todas horas. Puedes pisar todas ellas, cada una con sus culturas, con sus luces, con su alegría o sus penas. Las puedes ver en su máximo resplendor o por el contrario cuando se están derrumbando, sean ricas o sean pobres; buscando el lugar perfecto, bajándote en todas las estaciones que haya, y viviendo las experiencias que conllevan esos lugares. Pero cuando bajas en la última estación, aquella en donde comenzó todo tu viaje, te das cuenta, de que, la perfección estaba, al salir de tu portal.



Bajando por donde los garitos, dejándome caer por la cuesta abajo.
He estado tan solito hasta que te he encontrado.
Tocando en tu telefonillo, me dices que aun te queda para un rato.
Tómate tu tiempo, aún no ha anochecido, yo te espero en Casa Paco.
Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo.
Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.
Bebiendo y charlando riendo y bailando, bailando y bailando, va pasando el tiempo
no hay nada como las noches de verano, no hay nada como las ganas que te tengo.
Noches de Siroco, terracita Antón Martín, y ese bar de Tirso que te gusta tanto a ti,
por la espina dorsal de la gran vía derrapa una sirena de la policía.
Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo.
Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.
Mi piel necesita tu piel, mi boca necesita tu boca, dame de beber.
Y desnuditos y ya en tu cama, luz de farolas tras las persianas,
vuelvo a la vida cuando me tocas, nace una estrella nueva en Atocha.
Estoy loco por ti,
eres mi ricón favorito de Madrid
"Madrid" Pereza, Animales 2005.

sábado, 23 de octubre de 2010



He leído que la adolescencia es la época más importante en la vida, aquella en las que las personas se abren a todo, se tocan, descubren que están vivas, se sienten, aprenden nuevas experiencias, sufren la primera realidad de la existencia, aman y buscan ser amadas. Puede que esto se resuma en que la adolescencia, o lo que papá y mamá llaman la edad del pavo, es el estallido de las emociones.
Una sensación suave e intensa al mismo tiempo recorre mi ser de pies a cabeza, deteniéndose en el centro, notando esas mariposas que te hacen sentir tan bien y tan mal al mismo tiempo, y un poco más arriba, en el corazón, se altera mi ritmo cardíaco. Te acercas más y más, siento tu aliento en mis mejillas, me tocas, me besas, y las sensaciones crecen y crecen, deseo que este momento no termine y mientras nos besamos todo a nuenstro alrededor se para, no tiene sentido; los únicos ojos que existen en este universo, están puestos en nosotros.

jueves, 21 de octubre de 2010

Caminando, pisa fuerte, con sus ya míticas converse, va ella, moviéndose al son de la música más sensual y al mismo tiempo divertida. Con sus vaqueros desgastados y su sudadera de quién sabe cuándo, anda con un movimiento elegante, fantástico. Lleva sus cascos y su maxi bolso, sin duda es ella, la chica pegada al iPod y que no sale de casa sin sus converse. Es única y lo refleja al caminar todas las tardes de otoño en su queridísima gran ciudad. Esos pasos interminables, ese movimiento tan especial, esa cara tan bonita, esa chica tan peculiar, hacen que esta escena sea al mismo tiempo sexy, divertida y espectacular.

lunes, 18 de octubre de 2010

First Love.


Dicen por ahí que el primer amor nunca se olvida, me permito opinar que tienen razón, pero también agrego que ni el primero ni todos aquellos que de vedad son amores. Defino amor, como aquel que sientes en tus carnes, que disfrutas, que sufres, que de verdad amas. Da igual que sea el primero, el quinto o el último, no se olvidan porque los has amado de verdad. Pueden ser muchos o pocos, con distintos principios y distintos finales; pueden terminar bien o por el contario,  catastróficos. Un amor verdadero nunca se borra de la memoria. ¿Por qué? Muy fácil, su nombre lo dice, es verdadero e inolvidable. Más corto o más largo, lo importante es vivir el amor que de verdad amas porque cuanto más lo disfrutes, más tarde lo olvidarás. Y