Siempre que te escribo algo, lo hago desde este riconcito de mi. Donde todo es felicidad, donde estas tú. Aún no me creo que te tenga después de estos meses, de las semanas largas, de todos nuestros ratitos, después de aquella pelicula de dibujos interminable y esos calores que me entraron. Pero así es, te tengo. Y es algo nuestro tan grande, que es increíble. En este tiempo me has convencido, asegurado... Demostrado que sin ti no podria vivir. Y como te he dicho tantas veces, sin ti ahora, no sería nada. Ni ahora, ni nunca. Sin ti, yo no. Pero sin embargo soy lo más feliz del mundo, la que más. Ya no quedan palabras para decirte que no sepas ya, pero lo que yo siento por ti, es lo que aún no tiene palabra para descibrir este sentimiento que cada día nos une a ti y a mí. Por eso estoy orgullosa: por tenerte, por tratarte de una forma en la que intento agradecerte todo lo que haces por mí. Y por tener la suerte de que un día me dejases formar parte de tu vida con una simple sonrisa. Me acuerdo del primer día como si fuese ayer, bendito 20 de octubre donde empezó el amor más grande que jamás haya existido. No hay ninguna historia como la nuestra, ni la habrá. Somos únicos. Te amo mi vida. Te ama tu gordita, siempre tuya, siempre nuestro, 25.
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