Te enamoré. Te volvería a enamorar. Te volvería a conquistar. Una y mil veces. Te sonrío antes de marcharme. Me vuelvo, te abrazo, te beso una vez más. Pero ¿sabes? Lo que no haría (ni haré, te lo prometo) sería marcharme de aquí. Ésta es mi vida, tú eres mi vida. Todo aquello que te rodea, todo aquello que me rodea. Tus ojos, tu boca, tus labios. Tus manos, tus te quiero, tú. Tú eres todo aquello que soñé, y todo aquello por lo que moriría. Y sé que pronto te veré al despertar un día más, yo aquí, tú a mi lado, bien pegadito a mi. Tú duermes, yo sonrío. Tú sueñas, yo contigo. ¿Sabes que es lo mejor de todo esto? Que hace que me de cuenta que no podría dejar escapar ni un solo día sin ti, que cada segundo sin ti, es un segundo mutilado. Que sin esos ojos verdes y esa sonrisa tan dulce, la vida no sería tan vida. Ni yo tan feliz sin ti.
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