Querido amor de mi vida...
He vuelto a escribir.
Qué cosa más absurda estoy diciendo, pensarás, ya que llevo varios meses escribiéndote.
Te lo digo ahora porque creo que ya entiendes lo que intento decir. Ahora que sabes lo mismo o incluso más que yo sobre mí misma, creo que es hora de explicarte muchas cosas.
Joder, no sé por donde empezar...
Por el principio, ¿no?
¿Te acuerdas de aquel ataque de risa en medio de ninguna parte? ¿Ese en el cuál me enloqueciste? Yo llevaba mucho tiempo, quizás demasiado, sin reírme así. Creo que el hecho de que fueses tú la única persona que había conseguido que yo soltase tales carcajadas después de tanto tiempo fue lo que despertó esa locura en mí. Ahora entenderás el porqué de mis ganas de ti, te necesitaba. Necesitaba volver a reír.
¿Quieres saber el porqué de mis constantes tonterías, de mis cosas de niña pequeña? Sí, esas que me convierten en tu niña, en tu pequeña. La verdad es que sentí desde el primer momento que contigo era yo. Vivía en un círculo donde hay que aparentar ser fuerte, si no te pisotean. Donde si soltabas lo primero que pensases, te miraban mal. Yo no podía decir que quería un cerdito. Tú, sin embargo, te ríes y piensas 'ella es así'. Y así, soy yo. Y así, me quieres.
Puedo aparentar ser muy fuerte, pero tú mejor que nadie, sabes que mi inseguridad hace que me derrumbe a la mínima. Esta, es la parte más complicada. En el momento en el que una deja de confiar en sí misma, que deja de quererse, llega el caos. Y yo tuve uno propio. Me estoy recuperando poco a poco, cada vez más rápido y puedo decir que casi estoy como nueva. Soy realista, pero en las cosas más obvias necesito que me abran los ojos y me pongan los pies en la Tierra. Y tú. Tú eres esa persona. Estás ahí, detrás mío, cogiéndome por la espalda, con cuidado, para que no me caiga. Me haces ver lo que soy, y por si no me queda claro y sigo en mis trece, me lo susurras al oído acompañado de un beso en la mejilla... 'Si te dieses cuenta de lo que eres y de lo que vales, Sofi'. Y así, como nueva.
Dejé de escribir por un tiempo. Dejé de reír, de ser yo. Dejé de quererme a mí misma, de confiar en mí. Apareciste tú y entonces todo cambió. Demasiados 'te tocaba estar así de feliz' han llegado a mis oídos. Me da igual quién lo diga, me da igual si dejé de serlo durante demasiado tiempo, si están a favor o en contra.
Lo único importante es eso, que soy feliz. Que soy feliz, gracias a ti.
Por eso te pido tantas veces que no me dejes, porque si eres tú el que me ha devuelto a mí misma. Y si te vas, me iré contigo, pero mi cuerpo, se quedará aquí.
Eres como una dependencia
Te necesito, siempre mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario