Te necesito todos los días y ya no me sonrojo por admitirlo. Me gusta que me digas que me quieres tanto que a veces me saltan las lágrimas y la risa a la vez de la emoción. Me gusta saber que sólo vas a estar a mi lado, por mucho tiempo. Me gusta saber que toleras mis estupideces, me gusta saber que te hago la vida un poco más fácil, que te hago feliz.
En especial me gusta cuando cierras los ojos, miras abajo, sonríes y me miras directamente con esos ojos verdes tan grandes, que me enamoran. Me gusta tanto que lloro de agradecimiento, a ti y al maldito ser superior que haya por dejarme vivir esa sensación, esta vida a tu lado.
No la cambiaría por nada del mundo, no te cambiaría, lo juro.
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