Amor de mi vida, que no me voy, que aquí me quedo esperándote o salgo a buscarte y lo dejo todo atrás. Porque tu veneno no mata, da la vida, y a mí sin ti me falta. Que me des fuego, en la calle o en la cama, que tengo los pies muy fríos y sin ti se van a quedar así todo el invierno. Sin ti no, contigo, por mucho tiempo, cuanto más mejor. Siempre.
Que no mienten mis latidos cuando se aceleran al verte de lejos. Que no lo hacen por cansancio, lo hacen porque quieren cuanto antes. Besarte significa tener la mente en blanco y la tripa llena de mariposas de colores. Pero qué hijas de puta, qué cosquillas y qué risa tonta por su culpa. Y sobre todo, por la tuya. Sustituir las noches de soñar sola en la cama por las noches en las que sueño contigo. Risas sin fin, pelearse por la manta y por la almohada. Quien se duerma antes pierde y las caricias no valen, eso es trampa. Que sea aquí y ahora, sin pensar ni en el antes ni en el después. Que se pare el tiempo.
Los besos que tanto quiero, los mismos que guardo en mí como si fuesen un tesoro. Espera, lo son.
Que aprenderme tu cuerpo con los ojos no es suficiente, que mis manos también quieren y lo harán con mucha delicadeza, para no romperte.
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