Y otra vez, me has mirado con esa mirada tuya, con esa sonrisa tan inocente; ha sido como si todo el mundo se parase de repente. He sentido algo que hacía tiempo que no sentía, algo que hace que me sienta muy bien, que hace se me cambie la cara, que todo lo que parece inmenso se haga diminuto en cuentión de segundos.
Quiero que me recuerdes que se hacía en estos casos, que me recuerdes cómo se amaba, cómo se correspondía...
No, espera, no me lo recuerdes, las últimas veces lo pase mal. No quiero recordarlo, no puedo.
Pero sí, enséñame cómo se hace de verdad, cómo quererte y corresponderte, porque, si tú me enseñas cómo hacerlo, entonces sí, querré que me lo recuerdes siempre, todos los días, a todas horas, sin descanso.
2 comentarios:
A mí también me gustaría saber como amar, ya que parece que lo hago mal. al final siempre hay más dolor que amor, o es que al final las dos cosas son lo mismo? no lo sé
Yo creo que más que ser lo mismo, el amor siempre conlleva al dolor, de una forma u otra; aunque al final, siempre encontramos a la persona que nos enseña a amar, y que nos hace olvidar, el dolor que esto conlleva.
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