¿Es que sabe alguien qué es, cuánto vale y cuánto representa la simpatía?... Podemos carecer de talento, de belleza, de virtudes, de suerte...de todo; la cualidad de simpatía es algo que nace con uno mismo, es una condición innata, de la cual no podemos deshacernos ni siquiera proponiéndonoslo, es algo que está presente en cada uno de nuestros actos y que surge, espontáneo, cuando reímos, hablamos, actuamos, pero que, si pretendemos analizarlo, hallaremos que no sabemos de dónde proviene y dónde está.
La simpatía es un encanto, sereno y plácido, lleno de sencillez, humildad y buenas intenciones. Las personas simpáticas, actuan con un cien por cien de naturalidad, sin poner en ello ningún interés, porque sí, porque les sale del alma, se interesarán por nuestra suerte, se condolerán de nuestros malas experiencias, escucharán nuestras confidencias, compartirán con nosotros sus alegrías, y pondrán su acción, su palabra, su corazón en favor de quienes necesitan de una ayuda, y todo ello lo harán sin pregonarlo a los cuatro vientos, callada y elegantemente.
Las personas simpáticas no son jamás indiscretas, ni irónicas, ni egoístas, saben vivir como pobres y saben vivir como ricos...
La simpatía es un precioso talismán que nadie podrá arrebatarnos y de cuya posesión nunca se nos ha ocurrido agradecer a la suerte, aun cuando sea en realidad el único y verdadero motivo de la suerte con que la vida nos une y nos premia...